Todo empezó como una carta a mi ansiedad. Un ejercicio creativo y eficaz que recomendó mi psicólogo, por un lado, y una terapia alternativa que había empezado cuando empezaba el año, por el otro. Nunca había tomado la escritura con tanta seriedad. Tenía muchas notas en el teléfono de cosas claras que se me venían a la cabeza y las quería sacar de ahí porque ya no cabía más lugar: mi cabeza es un lugar muy poblado: pendientes, preocupaciones, riesgos, cuentas, cálculos, pendientes, decisiones, el futuro, el maldito futuro, algunos fantasmas, miedos y otros temas que impiden que si quiera duerma muchas noches, y necesitaba empezar a hacer espacio.

Escribir en un cuaderno o hacer journaling diario ayudaba a dejar un poco a mi cabeza en paz: primero empezó como un reto de constancia y un canal directo entre yo y mi yo interior, en una línea directa, y muy rápido se convirtió en una necesidad, una terapia, una conversación sincera conmigo misma donde tenía toda la información que necesitaba, encontraba paz y satisfacción.

Compartir mis escritos me trajo una conexión cálida y hermosa conmigo misma y también con otras personas de alrededor y en ese momento me puse a pensar que el crecimiento y la sanación, como la vida misma, son más poderosos cuando se comparten. Por eso decidí combinar este ejercicio con mi pasión por la comunicación y crear este blog, donde compartir experiencias, pensamientos, aprendizajes o un nuevo lugar que me cambió la vida.

Personalmente, nada me ayudó más en mi proceso de sanación, evolución y crecimiento que la gente que había pasado por experiencias, preguntas o crisis parecidas a las mías y que lo compartían. Gente normal, con una vida normal, que hablaba de temas que a mi me resonaban. Leía sus blogs, sus instagrams o lo que sea y sus mensajes me llegaban directo, es como si yo misma los hubiese escrito. Asique decidí hacer lo mismo. Mostrar mi mirada sobre estos temas y sobre los viajes, las aventuras y los hoteles, desde una perspectiva subjetiva: creo que ahí está el verdadero valor de la comunicación: en lo genuino.

SOBRE MI

Soy Dana, hoy me defino como una amante de la aventura y la tranquilidad. Encuentro una completa felicidad en la naturaleza, en la playa, en la montaña, o en casa cocinando, escribiendo, escuchando un podcast, en una conversación con alguien cercano o conmigo misma, con una copa de vino o con un mate, escuchando jazz.

Mis intereses abarcan los viajes, la comida, el bienestar, la fotografía y las redes sociales. Después de dejar Argentina hace cinco años, las redes sociales se han convertido en mi puente con el mundo y mi herramienta para expresar y compartir mis experiencias y mantenerme en contacto con mis seres queridos y también con quienes comparten los mismos intereses y pasiones.

Trabajo en hotelería hace 10 años, desde siempre he amado los hoteles: hotel de ciudad, hotel de lujo, hotel corporativo, resort, hotel boutique, bed and breakfast, una cabañita en el medio de la Patagonia, un glamping o un albergue a donativo: todos despiertan en mi la misma curiosidad y pasión, de donde nace mi admiración total por el arte de crear experiencias y también historias a su alrededor.

Como comunicadora, mi misión es conectar a las personas que anhelan historias con los lugares que las tienen. Curar experiencias es un arte, y compartirlas es igualmente artístico y creativo. Ahí es donde encuentro la combinación perfecta entre los hoteles y la comunicación.